LA GINKANA "Natural de CODEX", toda una experiencia alternativa.
Todas las actividades que hacemos en el Colectivo de
Educación Experimental – CODEX, están siempre organizadas por los propios
participantes o bien con estos y la colaboración de los adultos que constituyen
lo que nosotros llamamos “Equipo Pedagógico”, en consonancia con nuestro método
“no directivo-cooperativo”, excepto esta: la Ginkana.
Decimos diferente porque esta actividad está
organizada exclusivamente por los adultos que conforman ese equipo pedagógico,
con alguna excepción como cuando es el caso en el que contribuyen a ello
algunos de los chicos o chicas mayores.
Normalmente se suele programar y realizar en el
primer día de la actividad, por la mañana, después de una reunión general en la
que se ha explicado este juego, entre otros asuntos organizativos de la
convivencia.
¿Por qué la Ginkana se organiza y desarrolla de
forma diferente?
Varios son los motivos que nos llevan a ello,
veamos:
Los componente que conformamos el Equipo de Adultos
que coordina y “dirige” la actividad está constituido por personas que
pertenecen al propio Colectivo y conocen muy bien el método a aplicar y el
talante que hay que tener para llevarlo a la práctica, pero siempre solemos
invitar a dos o tres adultos a participar en estas actividades, formando parte
de ese Equipo. Estas personas vienen con carácter voluntario y normalmente son
personas que vienen desde el mundo de la enseñanza o bien de otros campos
relacionados con la “educación no formal y el tiempo libre”. Estos nuevos
miembros no tienen “casi” ni idea de nuestra forma de actuar, de
interrelacionarnos con los chicos y chicas, de lo que es la no
directividad-cooperativa, etc. Aunque antes de apuntarse se les haya explicado,
pero claro una cosa es la teoría y otra la práctica. En nuestro caso “la praxis”
es fundamental.
Cuando estas nuevas personas llegan y se integran en
nuestras actividades suelen quedar sorprendidos, alucinados con algunas cosas
que ven, con la forma de actuar incluso de los niños más pequeños, despistados
al no saber exactamente qué hacer, incluso quizás algo asustados por lo que
está pasando o pueda pasar. Es difícil normal que se planteen, ya desde ese
misma llegada, cuál va a ser mi papel, pues están acostumbrados a otras formas
muy diferentes de comportamientos.
Entonces, qué tiene esto que ver con La Ginkana, pues seguro que habréis deducido que una de las formas, ya desde el primer día (no desde la primera noche) para integrarse en la actividad sería participar como organizadores de alguna o varias de las pruebas, por la que pasarían todos los participantes, desde los más pequeños a lo más mayores. Sería su primer contacto, en este caso más bien como “directores-animadores”, con los niños y jóvenes y con las actividades en sí mismas y el talante con el que se ejecutan y desarrollan.
Por otro lado también los participantes tiene la
oportunidad de conocer y “evaluar” a esos nuevos “educadores”, ya que hasta ese
momento son desconocidos y extraños, ya que saben que es la primera vez que
vienen a participar como adultos en una actividad que para ellos es nueva y
para los otros ya muy conocida, en la mayor parte de los casos y
circunstancias.
Normalmente se suele programar y realizar en el
primer día de la actividad, por la mañana, después de una reunión general en la
que se ha explicado este juego, entre otros asuntos organizativos de la
convivencia. No obstante las pruebas se han seleccionado y preparado por los
adultos con anterioridad, incluyendo el talante especial que deberemos tener
durante su desarrollo.
La Ginkana, puede parecer a primera vista como una actividad muy competitiva, que además de divertirse tiene como fin el ganar. ¿Cómo encajaría esta en nuestra forma de pensar y trabajar “no directiva-cooperativa” en la que los premios no se contemplan ni existen?
Primero diremos que es una actividad lúdica, alegre,
con ciertos riesgos o retos, que fomenta el compañerismo y el trabajo en
equipo, colaborativa e inclusiva, las pruebas siempre se basan en los elementos
naturales y “habituales” que nos ofrece el entorno, dependiendo claro del
lugar, no es lo mismo hacerla en un campamento en plena naturaleza como por
ejemplo en el patio o interior de un albergue, en una playa o en un día de
lluvia…
El fin es participar con entusiasmo y compartiendo
la diversión, no el quedar los primeros o se los mejores, puesto que no existen
los premios, nadie gana, todos ganan, nadie pierde todos pierden. Eso sí a cada
equipo se le dan una serie de “puntos” que tienen denominaciones especiales,
por ejemplo los “pirenaicos”, los “tanganeros”, etc. Según el lugar. A cada
equipo se le conceden en principio varios billones de puntos, de los cual se
van descontando, al final el grupo que más ha conservado es el que “gana”.
También calificamos La Ginkana, como Natural, ¿porqué?
Porque se realiza con pruebas basadas en la propia naturaleza, tanto de los
propios participantes como en los elementos con los que solemos preparar la
pruebas, en su mayor parte y siempre que sea posible. Una vez terminada estos
elementos vuelven a su correspondiente lugar.
Terminada la actividad todos nos reunimos y lo
celebramos, bien con alguna canción o bien con alguna danza o juego
cooperativo.
Finalmente diré como dato anecdótico, pero
consustancial a la actividad, que a los participantes que ya la conocen, que
excepto alguna prueba, les gustan las tradicionales, que se repiten actividad
tras actividad, son un poco reacias aquellas nuevas que se plantean. En alguna
ocasión uno de los nuevos miembros del Equipo de Pedagógico se le ha ocurrido
plantear una nueva prueba o bien una actividad algo diferente al cotidiano
desarrollo de la prueba, cosa que en un principio no ha sido muy bien aceptada
por los participantes, ante la sorpresa del proponente. Aunque también tengo
que decir que finalmente han participado en ella con interés por descubrirla. Después
de ello se le ha explicado al nuevo miembro el porqué de esta aparente actitud
de rechazo de una forma muy sencilla: aún no le conocen y, esto es importante,
lo están “evaluando y conociendo”. No
suelen aceptar ciertas actitudes paternalistas propiciadas por los aún
desconocidos, ni si quiera de los ya veteranos.
Y nos vamos a preparar la comida y a comer, con esa
alegría que supone la terminación y ejecución de una actividad en la que todos
nos hemos sentido compañeros, y nos conocemos un poco más, especialmente los
que vienen por primera vez, tanto jóvenes como adultos.
Alonso Rubio
CODEX 2020
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