Os copio aquí la nota que he publicado en mi blog "Mi vida scout", porque considero que mi amiga Caluli, scout y fundadora del Grupo Kenya, se lo merece, dadas las relaciones que muchos de nosotros hemos tenido con ella y con su grupo.
Solo voy a recodaros algunas cosas: Allá por los años 1992-93, sus hijos Paco y María, de grato recuerdo para muchos y muchas, participaron en alguna de nuestras actividades (Campamentos en Turrilla, Casas Nuevas, etc.), asimismo también lo hicieron algún otro miembro de su grupo, recordemos, por ejemplo, a Isabel que vino como cocinera a varios campamentos y actividades.
También CODEX cedió a su Grupo parte de nuestro material, bancos y otras cosas que en este momento no recuerdo cuáles fueron ni importa, claro.
O sea que Caluli mantuvo una relación con nosotros, muy estrecha con alguno de nosotros, y no debemos olvidarla.
GRUPO KENYA: ¡CODEX ESTÁ CON VOSOTROS!
"No me da ningún gusto hablar de estas cosas, pero cuando una amiga de "casi toda la vida" y además hermana scout deja este mundo no tengo más remedio que sentirlo expresándolo de alguna forma. 
Caluli, aunque se llamaba María Purificación, la conozco ya más de treinta años, toda una vida. Con ella he compartidos muchos momentos y "muchas horas" de animada conversación. Ella hablaba mucho (yo tampoco le iba a la zaga..., en eso de hablar), disfrutaba contando sus historias, sus vivencias al lado de tantos y tantos jóvenes y jóvenas, comunicándoles su ilusión de "dejar el mundo un poquito mejor de lo que estaba". Con su ilusión consiguió que sus hijos, sus buenos hijos e hijas, se complicaran la vida, ya desde pequeños, con esa cosa que es el Escultismo. Incluso llegó a convencer a Isaac, su esposo, para que se incluyera de forma activa en su Kenya.
Además, Caluli, era una mujer sencilla, que sabía disimular todo lo que hacía por los demás bajo un disfraz más bien despistadillo y jocoso (alegre), por que no decirlo, pero que transmitía sabiduría, ilusión, alegría, responsabilidad y todo lo demás que una persona de buen vivir y hacer puede y desea comunicar.
No hay duda que Caluli, mi gran amiga Caluli, ha muerto, pero me queda la confianza que allí donde esté nos estará viendo y velando para que sus queridos niños y niñas scouts lo pasen muy bien, divertidamente bien, aprendiendo ese estilo de vida que ella siempre testimonió: El estilo de vida propio de un y una scout.
Finalmente diré que hace solo unos pocos días hablé con ella, en su pequeño cuarto de estar, y compartimos nuestras últimas alegrías, ilusiones y recuerdos, aunque en esa ocasión no nos podíamos figurar que sería esa nuestra ULTIMA REUNIÓN.
Caluli ha muerto donde más le gustaba, en su Campamento Scout, con su Grupo Scout y en un hermoso lugar de Portugal, acompañada de sus queridos, lobatos, scouts, escultas, rovers y scouters, sus amigos y compañeros. Diríamos, aunque la frase esté demasiado manida, que Caluli ha muerto con "las botas y la pañoleta puestas".
Cantemos todos juntos, con voz muy fuerte, la canción que tango nos gustaba, y que se llama algo así como "En marcha las patrullas"
Siempre adelante, sigamos el camino."
Caluli, aunque se llamaba María Purificación, la conozco ya más de treinta años, toda una vida. Con ella he compartidos muchos momentos y "muchas horas" de animada conversación. Ella hablaba mucho (yo tampoco le iba a la zaga..., en eso de hablar), disfrutaba contando sus historias, sus vivencias al lado de tantos y tantos jóvenes y jóvenas, comunicándoles su ilusión de "dejar el mundo un poquito mejor de lo que estaba". Con su ilusión consiguió que sus hijos, sus buenos hijos e hijas, se complicaran la vida, ya desde pequeños, con esa cosa que es el Escultismo. Incluso llegó a convencer a Isaac, su esposo, para que se incluyera de forma activa en su Kenya.
Además, Caluli, era una mujer sencilla, que sabía disimular todo lo que hacía por los demás bajo un disfraz más bien despistadillo y jocoso (alegre), por que no decirlo, pero que transmitía sabiduría, ilusión, alegría, responsabilidad y todo lo demás que una persona de buen vivir y hacer puede y desea comunicar.
No hay duda que Caluli, mi gran amiga Caluli, ha muerto, pero me queda la confianza que allí donde esté nos estará viendo y velando para que sus queridos niños y niñas scouts lo pasen muy bien, divertidamente bien, aprendiendo ese estilo de vida que ella siempre testimonió: El estilo de vida propio de un y una scout.
Finalmente diré que hace solo unos pocos días hablé con ella, en su pequeño cuarto de estar, y compartimos nuestras últimas alegrías, ilusiones y recuerdos, aunque en esa ocasión no nos podíamos figurar que sería esa nuestra ULTIMA REUNIÓN.
Caluli ha muerto donde más le gustaba, en su Campamento Scout, con su Grupo Scout y en un hermoso lugar de Portugal, acompañada de sus queridos, lobatos, scouts, escultas, rovers y scouters, sus amigos y compañeros. Diríamos, aunque la frase esté demasiado manida, que Caluli ha muerto con "las botas y la pañoleta puestas".
Cantemos todos juntos, con voz muy fuerte, la canción que tango nos gustaba, y que se llama algo así como "En marcha las patrullas"
Siempre adelante, sigamos el camino."
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