jueves, 27 de octubre de 2011

AQUÍ TENÉIS LA CHARLA QUE ALONSO NUNCA PRONUNCIÓ SOBRE VOLUNTARIADO



A continuación tenéis el texto de mi intervención en la Mesa Redonda: “El Voluntariado como modelo de reivindicación, activismo y transformación social”, que celebramos en Cartagena el día 24 de octubre de 2011, Casa del Estudiante de la UPTC.
y que yo nunca pronuncié, por considerar que no era necesario dada la edad de los presentes y el ambiente bastante “decaído” y “pesado” en que se encontraba la citada Mesa. Consideré más interesante e “instructivo” comentar las experiencias que en el ámbito de la Educación no formal y el tiempo libre acumulamos en CODEX durante casi treinta años.

El valor del voluntariado en el T.L.
Dentro del poderoso (¿?) y emergente “Tercer Sector” encontramos un colectivo muy especial cuyo protagonismo no se puede silenciar, que son los voluntarios y voluntarias. Según Joaquín García Roca, serían una parte de este sector que estaría formado por el asociacionismo ciudadano, el cooperativismo social y las organizaciones de voluntariado.
¿Quiénes son los voluntarios y voluntarias?
Para algunas asociaciones, el voluntariado es el que, además de sus propias labores profesionales, dedica parte de su tiempo, de un modo continuo, desinteresado y responsable, a actividades no dirigidas en interés de sí mismo ni de los asociados/as (a diferencia del algún tipo de asociacionismo), sino a favor de los demás o de intereses sociales colectivos según un proyecto que no se agota en la intervención misma (a diferencia de la beneficencia), sino que tiende a erradicar o modificar las causas de necesidad o marginación (mediante proyectos que posibiliten alternativas a esas causas y siempre con prospectiva). Por ejemplo en este apartado entraría Cáritas…
Como podemos constatar esta definición contiene los elementos fundamentales del voluntario y voluntaria y de la acción voluntaria: decisión reflexiva y responsable, acción voluntaria y solidaria, desinteresada, sin contraprestación económica, acción útil y beneficio de la comunidad, que se realiza en el marco de una organización.
De esta definición del voluntario y voluntaria y de sus elementos, se pueden extraer como mínimo, cuatro grandes columnas que articulan el voluntariado y que permiten distinguir dónde lo hay o donde está ausente:
La primera sería la voluntariedad, es decir una actividad que es el resultado de una elección libre. Es una elección ética, personal y gratuita, que no espera retribución ni recompensa. Se mueve en el campo del altruismo. No obstante, cumpliendo determinadas tareas, coherentes con sus principios y valores, se obtiene satisfacción y alguna gratificación personal.
La segunda sería la solidaridad. El voluntario y la acción voluntaria se dan sólo cuando repercute en los otros, cuando el interés es colectivo, general y público. Es un medio para dar respuesta a necesidades problemas e intereses sociales, y no un fin en sí mismo. De aquí que la acción voluntaria requiera siempre de un compromiso solidario y una muy grande amplitud de miras.
La tercera sería la acción voluntaria, porque hablar de voluntarios y voluntarias es sinónimo a hablar de la acción voluntaria. No hay voluntariado sin acción, porque el voluntariado es algo más que un valor ético, es una praxis. No se mueve a nivel de teoría, de sentimiento, convicción, sino que aspira a la acción y a la transformación social. Aunque esos niveles sean necesarios, incluso me atrevería a decir que imprescindibles, porque una acción sin valores y principios se convertiría en algo vacío y sin contenidos (el voluntarismo…).
La cuarta sería la organización. El voluntariado tiene una dimensión social. Su objetivo final sería mejorar el mundo, transformarlo y hacerlo de modo eficaz. (Otro mundo es posible, queremos otra sociedad, algunos de los gritos del 15-M, etc.) Frente a la improvisación y la espontaneidad, se exige y la acción voluntaria requiere actuar de modo organizado, sumando y uniendo fuerzas. En consecuencia la acción voluntaria debe ser organizada, sistemática y sinérgica, para lo que harán falta organizaciones, asociaciones, fundaciones, …, desde las que actuar e intervenir.
Los campos de la acción voluntaria pueden ser muy variados y diversos, conformando un amplio abanico, por ejemplo: Investigación, información y sensibilización, orientación y asesoramiento, formación, reivindicación y denuncia, captación de fondos y recursos, apoyo y asistencia directa, planificación y gestión de proyectos, dirección, gestión y mantenimiento de organizaciones, …, y en fin muchas más que se os puedan ocurrir, pero siempre repito sin olvidar lo que caracteriza y dar sentido a la acción social que caracteriza al voluntariado, y por ende al voluntario y voluntaria.
Todo lo anterior comporta una gran pluralidad de tareas
Y respectos a los campos y ámbitos de acción que os voy a decir…, es más que patente: lo social, lo educativo, la cultura, medioambiente, salud, participación ciudadana y civismo, promoción de colectivos, derechos humanos, cooperación internacional, emergencia y socorro, desarrollo socioeconómico y tiempo libre, etc.
Finalmente os diré que ser voluntario y/o voluntaria es dar tiempo, recursos, trabajo, ilusión, …, etc. Y por otro lado recibir satisfacción, aprendizaje, experiencia, relaciones humanas…,
Os diré que merece la pena descubrir ese GRAN MUNDO que tenemos ante nuestros ojos y cooperar para que cada día sea DIFERENTE, MEJOR Y MÁS HUMANO.
Diréis… ¡ES DEMASIADO PARA MÍ! Para ti solo/a, quizás, pero qué pasaría si juntásemos muchos ¡MIS!, para convertirlos en ¡NOSOTROS!
Alonso Rubio García – Colectivo de Educación Experimental-CODEX

No hay comentarios: